19/7/11

Conclusión

                                         Conclusión
   Vivimos en una época en la cual todo evoluciona rápidamente, incluido el campo médico. Al inicio de los años 1980, la gastroenteritis viral apareció en los perros que pagaron un duro tributo a ese nuevo virus. Afortunadamente para nuestros amigos de cuatro patas, la ciencia creó y comercializó rápidamente una vacuna apropiada. El síndrome d inmunodeficiencia adquirida (SIDA) comenzó a hacer hablar de él en 1981 y, actualmente, las perspectivas no son todavía nada regocijantes.
   A principios de 1986 la leucosis felina (Sida del gato) pudo finalmente ser contrarrestada con la comercialización de una vacuna ad hoc. 
   En 1981 apareció nuestra paramixovirosis que ha provocado, hasta nuestros días, miles de muertes en toda Europa.  
   Afortunadamente, a principios del año 1986, la firma Duphar, ha comercializado la primera vacuna inactiva en suspensión en un aditivo acuso: el Colombovac PMV. En el momento en que escribo estas líneas me entero de que la firma Smith Kleine de Genval (Bélgica) acaba de poner a punto una nueva vacuna contra la hepatitis B según una técnica inédita. Desde luego, la medicina evoluciona a grandes pasos, ya sea la medicina humana, la medicina veterinaria o nuestra medicina colombófila. Pienso que muchas aficionados sienten dificultades ante esta evolución permanente de nuestro deporte favorito. Espero pues que estas páginas ayuden a los aficionados a comprender mejor esta enfermedad y, partiendo de ahí, a tomar mejor sus responsabilidades ante esta nueva plaga. Cualquiera que sea su evolución en los próximos años, tened por seguro de que no nos abandonará. Cada año nos recordará su existencia con, posiblemente, ciertas variaciones en su periodo de aparición y en la intensidad de sus perjuicios. Sólo habrá una solución contra esta nueva virosis: la vacunación preventiva y anual de todas vuestras palomas sin excepción. Los aficionados que invoquen tal o tal excusa para evitar la vacunación, deberán, desgraciadamente, ser acusado de (peligrosos) ya que, una colonia contaminada, constituirá una verdadera reserva de virus.
   De esa reserva, el virus partirá a la conquista de otras palomas de otras colonias y así sucesivamente... Habrá que poner pues todos los medios para disminuir, o suprimir, las colonias (receptoras) con el fin de atajar la propagación y la expansión del virus. El único método será la vacunación.

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