20/7/11

La limpieza del material

         6) La limpieza del material que permite utilizado por el aficionado
   Todo el material que permite alimentar y abrevar las palomas, será limpiado concienzudamente con una de las soluciones:
   - hipoclorito de sosa al 1%
   - cresol al 5%
   - fenol al 3%
   - cristales de sosa a razón de aproximadamente 200 gramos por 10 litros de agua.
   - lejía al 10%.
   - amoniaco cuaternario al 2%.
   Después de haber utilizado uno de esos productos, habrá que enjuagar el material cuidadosamente. El material metálico, de porcelana, loza o vidrio podrá incluso ser pasado por la llama o bien esterilizado con agua hirviendo.
   Los vapores de amoniaco son nocivos. Por eso habrá que utilizar este producto con cierta prudencia. Recientes investigaciones han revelado que el gas de amoniaco que emana por ejemplo de los excrementos acumulados en los palomares sucios, en una concentración de 20 ppm (es decir, 20 parte por millón) ha producido cambios en las vías respiratorias de las palomas. Cuando esas aves fueron expuesta a diferentes agentes infecciosos en el momento que se encontraban en presencia del gas a 20 ppm, sus coeficientes de infección y de reacción fueron bastantes más severos que el coeficiente observado en sujetos no expuestos al gas.
   N. B. Para ser perceptible por los humanos, la concentración de amoniaco debe ser de 100 ppm aproximadamente, es decir, 5 veces más elevada. Será pues prudente retirar regularmente los excrementos y enjuagar el material que ha sido desinfectado con un amoniaco.
   Todo este trabajo necesario para el mantenimiento  de una colonia en buenas condiciones sanitarias constituye un esfuerzo de equipo...
   En efecto, el mantenimiento de las condiciones sanitarias no atañe solamente al aficionado aislado. Los colombófilos vecinos tienen una responsabilidad importante, la de evitar el contagio procurando no llevar una paloma mala o una cesta que haya contenido un sujeto enfermo.
   El simple hecho de visitar una colonia sana cuando en su casa hay algunos casos de estertor, puede provocar la infestación de la colonia indemne.  Los responsables de los locales de enceste deberían rechazar las aves dudosas enjauladas el sábado. Deberían desinfectar las cestas durante la semana para eliminar los parásitos y los microbios del fin de semana anterior. Las ventas deberían estar obligatoriamente controladas para evitar la venta de palomas plagadas de parásitos o en incubación de una afección microbiana.
   Se trata pues de un esfuerzo de equipo. Ahora bien, por el momento sólo podemos constatar esfuerzos individuales, esfuerzos personales. Estos esfuerzos han sido muy a menudo recompensados, ya que he podido comprobar que han sido las colonias que habían vigilado la salud de sus protegidas, las que han conseguido, estos últimos años, el mayor número de premios.

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